Hoy hace 10 años que aterricé por primera vez en Dubai.
Venía a visitar a una personita que estaba trabajando en el pueblo llamado Madinat Zayed, ubicado en mitad del desierto de Abu Dhabi. Viajaba sola, por primera vez necesitaba una visa para poder entrar a un país, la compañía de vuelo con la que iba no era Ryanair (por aquel entonces mi fiel aliada) y llegaba a un país árabe. Estaba acostumbrada a viajar pero no había salido del “hogar europeo”. Así que reconozco que llevaba una mezcla de emociones que provocaban en mí esa estúpida sonrisa de “¿en dónde me estoy metiendo?”.
Llegué a Dubai y empecé a observar, a aprender, a conocer, a disfrutar, a descubrir… Fue tan bien todo el viaje, que me dí el lujo de repetir 8 veces más durante los dos años siguientes.
¿Y que me llevé de todas estas visitas?
- La seguridad que te encuentras en cualquier rincón.
- La grandiosidad de sus edificios.
- Visité sus lugares más típicos (Burj Khalifa, The Palm, La Marina, Dubai Mall, Mall of the Emirates…)
- Disfruté de la locura de la vida nocturna (muchos sitios para salir a bailar, a beber… a cada cual más espectacular, ya fuese por sus vistas o por la decoración). Siempre rodeada de gente de lugares tan distintos que lo mismo te ponían música de David Guetta, Enrique Iglesias, Jennifer López… que pasabas a canciones árabes o indias, y todo valía para bailar y celebrar.
- El sentirme incómoda al ir a comprar al supermercado de Madinat Zayed por primera vez (para ellos también era la primera vez que veían a una mujer sin pañuelo en la cabeza).
- Bucear en Fujairah o esquiar en las pistas cubiertas de SkiDubai en Mall of the Emirates..
- Saltar en paracaídas disfrutando en las alturas de las vistas de La Palmera.
- Quedarme atrapada con el coche en la Moreeb Dune y tener que llamar a la policía para que me ayudasen a salir (y de camino me escoltaron hasta la carretera… no la fuese a liar otra vez).
- Ir de excursión al desierto en 4×4 para llegar a un campamento donde disfrutar del atardecer, montar en camello o pintarme con Henna.
- Ser la única mujer presente en un concurso de camellos.
- Visitar el circuito de Formula 1 en Abu Dhabi y el Parque Ferrari
- El contraste del lujo con los barrios más humildes.
En resumen, viví una ciudad perfecta para la diversión para una chica de 27 años, con un trabajo en Málaga, sin independizarse aún y que podía gastarse su sueldo en viajar a Dubai (quizá mis padres no pensaban lo mismo, pero no les voy a preguntar…).
Del último viaje que hice a Dubai en aquellos tiempos, me volví diciendo que teníamos que regresar a visitar esta ciudad cuando pasaran 10 años. Y caprichos del destino… ¡Aquí estamos de nuevo! ¿Te apetece saber cómo vivo Dubai ahora? Lo mejor sería que te compres un vuelo para venir y así te lo cuento en persona, pero mientras te decides, puedes leer Mi Dubai de ahora para ir entrando en calor.
Dubai desde dentro 